El Senado de la Nación sesionó por última vez el 16 de noviembre pasado para la aprobación del proyecto de Presupuesto 2023.
Cristina Kirchner tiene la atención muy lejos: lleva cuatro meses de parálisis y donde las señales de actividad legislativa son, por el momento, prácticamente nulas.
“No hay movimiento. Normalmente nadie sabe nada, así que imaginate ahora que todo es confusión”, le confesó al diario La Nación un senador oficialista, desconcertado por la ausencia total de señales de la vicepresidenta y, por lo tanto, de la conducción del bloque que encarna el formoseño José Mayans.

La última vez que se reunió la Cámara alta fue el 23 de febrero, cuando celebró la sesión preparatoria. Es un acto reglamentario y tradicional en el que el Senado elige a sus autoridades, pero en el que no se tratan proyectos de ningún tipo.
Según el diario Clarín, Cristina Kirchner mantiene su agenda de reuniones en el Senado, donde recibió al padre Pepe Di Paola y a representantes de la OEA, como así también distinguió a las Abuelas de Plaza de Mayo.
No permite que avancen las leyes y pliegos de jueces que reclaman desde Santa Fe tras la ola de violencia que sacude a Rosario y que despertó la atención del Gobierno tras el ataque al supermercado de la familia de Antonela Roccuzzo y la amenaza mafiosa contra Lionel Messi.
Por su parte, el interbloque de senadores nacionales del Frente de Todos rechazó la idea de que sea así.
En un comunicado, la bancada que conducen José Mayans y Anabel Fernández Sagasti responsabilizó a la oposición de Juntos por el Cambio por la falta de acuerdos para sesionar.
“El arco de Juntos por el Cambio definió de manera oficial, hace semanas, no dar quórum en ambas cámaras del Congreso hasta que se frene el juicio político a los integrantes de la Corte Suprema de Justicia”, argumentaron los senadores del oficialismo.
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