A pesar de la grave situación económica que atraviesa Argentina, el Gobierno gastó casi 25 millones de dólares en un nuevo avión presidencial. El costo del Boeing 757-256 ascendió a 21,7 millones de dólares, y se agregaron otros 3 millones de dólares en el valor del viejo Tango 01, que fue entregado al vendedor. El nuevo avión tiene capacidad para 39 pasajeros y cuenta con un dormitorio principal y dos dormitorios para visitas que se pueden convertir en salas de reuniones. A diferencia del Tango 01, puede volar sin escalas hasta Europa o Estados Unidos.
El avión ya está en proceso de ser pintado en el aeropuerto municipal de Salina, en Kansas, y se espera que esté listo para volar a Argentina a fines de la próxima semana. El presidente Alberto Fernández tiene previsto estrenarlo durante un viaje a la provincia de Tucumán para celebrar el aniversario de la Revolución de Mayo. El avión tiene los colores celeste y blanco, con detalles en dorado.
El Gobierno argumenta que el nuevo avión tiene excelentes cualidades operativas, como gran velocidad, techo de servicio, autonomía y fuselaje medio, lo que permite una correcta distribución de los ambientes necesarios para el traslado presidencial. Además, gracias a su tren de aterrizaje alto y gran potencia propulsora, puede operar en la mayoría de los aeropuertos del país y del extranjero. El personal técnico encargado del mantenimiento en la Presidencia de la Nación tiene más de 25 años de experiencia en este modelo de aeronave.


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