En una publicación en sus redes sociales, la vicepresidenta de Argentina, Cristina Kirchner, expresó su descontento con el fiscal Carlos Rívolo y la jueza María Eugenia Capuchetti en relación al caso del atentado sufrido el pasado 1 de septiembre. Tras la decisión del fiscal de pedir la elevación a juicio de los acusados, Kirchner lanzó duras críticas y afirmó sentirse perseguida. Alegó que tanto el fiscal como la jueza son responsables de «la consagración de la impunidad» y acusó a la justicia de querer cerrar la investigación rápidamente, sin considerar otras líneas de investigación que ella considera relevantes.
Kirchner insiste en su teoría del lawfare, argumentando que la investigación del caso busca evitar la verdad y que se ha fragmentado para evitar investigar a personas más allá de los acusados actuales. A pesar de que el fiscal concluyó que no hay pruebas de un financiamiento político en el atentado, Kirchner continúa señalando a figuras políticas de la oposición, como el diputado Gerardo Milman, el empresario Nicolás Caputo y la precandidata presidencial Patricia Bullrich, como posibles involucrados en el plan del ataque en su contra.
La vicepresidenta también criticó la falta de investigación de ciertas pruebas y la destrucción de evidencia, alegando que ha habido constantes obstáculos para evitar descubrir la verdad detrás del atentado. En su publicación, Kirchner concluye afirmando que no encontrará justicia, ni como acusada ni como víctima, y denuncia que la quieren «presa o muerta».
Cabe destacar que Kirchner cometió un error ortográfico al mencionar el apellido del diputado Gerardo Milman en numerosas ocasiones.


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