En junio se celebra el Mes Internacional del Cuidado de la Fertilidad, con el objetivo de concientizar sobre la importancia de los hábitos saludables en el cuidado reproductivo y la relevancia de buscar atención médica temprana.

Según la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMeR), la preservación de la fertilidad, especialmente en mujeres, es un tema cada vez más difundido entre las jóvenes. Se observa un aumento del 20% anual en los casos de congelamiento de óvulos en los centros de fertilidad del país.

A pesar de esto, el 60% de las mujeres que buscan concebir por primera vez tienen más de 35 años al momento de consultar a un médico. Es importante destacar que la mejor edad biológica para concebir se encuentra entre los 20 y 30 años, y a partir de los 35 años la fertilidad disminuye, siendo más difícil lograr un embarazo de forma natural. Después de los 40 años, la posibilidad de un embarazo con óvulos propios no supera el 15%.

Existen múltiples razones por las que las mujeres consultan tarde, como la decisión de postergar la maternidad por motivos profesionales o personales, la falta de información, creencias erróneas o ciertas enfermedades que afectan la posibilidad de tener un embarazo con gametos propios.

En casos de pacientes que reciben tratamientos oncológicos, donde la fertilidad puede verse comprometida, se recomienda la criopreservación de gametos (óvulos y espermatozoides) como medida preventiva. Estos procedimientos están cubiertos por obras sociales y prepagas.

Se ha observado un aumento en las consultas para el congelamiento de óvulos, especialmente en mujeres más jóvenes. Los médicos atribuyen este incremento a una mayor información disponible en los medios y redes sociales, así como a la recomendación de los ginecólogos de realizar evaluaciones de la reserva ovárica.

La reserva ovárica es la cantidad de óvulos que una mujer tiene en un momento determinado de su vida. Esta reserva disminuye gradualmente con el tiempo, y a partir de los 35 años ocurre una disminución brusca. Por lo tanto, congelar los óvulos a edades más tempranas aumenta las posibilidades de éxito en futuros tratamientos de fertilidad.

La Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva recomienda asesorar a las parejas que deseen tener hijos a una edad más avanzada, especialmente si planean tener más de un hijo. En estos casos, se sugiere congelar óvulos antes de intentar concebir de manera natural.

La falta de información adecuada puede generar un impacto emocional significativo en las personas que consultan tarde y descubren que no pueden concebir con gametos propios. Por eso, es importante mejorar la difusión de información sobre preservación de la fertilidad.

Además, se destaca que tanto en hombres como en mujeres, la fertilidad también se ve afectada por el paso de los años y otros factores como el estrés, el consumo de alcohol y tabaco, y la calidad del semen puede deteriorarse. Aunque existen casos exitosos de paternidad.