El cierre de las candidaturas en el oficialismo generó un nuevo conflicto interno debido a los cambios de último momento y acusaciones de privilegios hacia el sector de La Cámpora.

La elección de Sergio Massa y Agustín Rossi como fórmula presidencial provocó la furia de varios sectores, especialmente en la provincia de Buenos Aires, donde se criticó a La Cámpora por favorecer a sus propios candidatos en las listas.

El intendente de José C. Paz, Mario Ishii, fue uno de los primeros en expresar su descontento, acusando al diputado nacional Máximo Kirchner de imponer candidatos sin consultar a los compañeros. Ishii incluso sugirió la necesidad de un recambio en la conducción del peronismo provincial y expresó su enojo tras el cierre de listas del oficialismo.

El malestar dentro del peronismo es evidente debido a la imposición de la conducción camporista en los últimos años. Varios referentes se quejaron del proceso de armado de las candidaturas, alegando que se realizó de forma unilateral y sin dar oportunidad de revisar las listas antes de su cierre. Se señaló que La Cámpora se aseguró la mayoría de las candidaturas legislativas a nivel nacional y provincial, lo que podría interpretarse como un intento de tener una influencia significativa en caso de no ganar la presidencia.

En resumen, el cierre de las listas en el oficialismo generó tensiones internas debido a los cambios de último momento y las acusaciones de privilegios hacia La Cámpora. Varios referentes expresaron su descontento con el proceso de armado de las candidaturas, destacando la falta de discusión interna y la imposición de nombres por parte de Máximo Kirchner. La disputa refleja las diferencias entre los sectores del peronismo y el kirchnerismo en el oficialismo.