El Gobierno de Argentina, en medio de una crisis de reservas en el Banco Central y sin un acuerdo a la vista con el Fondo Monetario Internacional (FMI), ha decidido posponer los vencimientos con el organismo hasta fin de mes. Estos vencimientos, que suman un total de US$2600 millones, estaban programados para el 14 y el 28 de julio.

La medida tomada por el ministro de Economía, Sergio Massa, se debe a la preocupante situación de las reservas del Banco Central, que actualmente se encuentran en su nivel más bajo de los últimos nueve años, con un total de US$27.926 millones. El reciente pago realizado al FMI ha contribuido a esta disminución.

En lugar de cumplir con los pagos estipulados para este mes, el Gobierno ha decidido postergarlos con el objetivo de preservar las reservas y buscar una solución a largo plazo en las negociaciones con el FMI. Los vencimientos aplazados corresponden a montos de US$647 y US$680 millones, respectivamente.

Cabe destacar que, además de la situación con el FMI, el Gobierno también enfrenta el desafío de pagar una deuda con acreedores privados por un valor cercano a los US$1000 millones, que está programado para el próximo 9 de julio.

Estas acciones reflejan la difícil situación económica y financiera que atraviesa Argentina, donde la escasez de reservas y la necesidad de cumplir con los compromisos de deuda representan desafíos significativos para el Gobierno. La postergación de los vencimientos con el FMI busca ganar tiempo para buscar soluciones y estabilizar la situación económica del país.