El viernes, el dólar blue registró un incremento de cuatro pesos, llegando a los $516 en las cuevas del microcentro porteño, marcando así un nuevo máximo histórico.

Los analistas del mercado están a la expectativa de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), ya que no se vislumbra un acuerdo a corto plazo. Ante la falta de avances, los inversores han comenzado a dolarizar sus carteras.

Aunque el FMI ha expresado que los equipos de trabajo de Argentina y el organismo están trabajando intensamente para llegar a un entendimiento y completar la quinta revisión del programa, aún persisten discrepancias en cuanto a las cuestiones fiscales.

La vocera del FMI, Julie Koszack, evitó dar detalles sobre si se ha activado la etapa final de las negociaciones, que permitiría a los técnicos argentinos viajar a Washington para finalizar el acuerdo técnico. Las negociaciones para reformular el programa firmado en marzo de 2022 llevan casi tres meses.

En medio de la incertidumbre, los analistas señalan que la dilación en el acuerdo indicaría que el gobierno no está dispuesto a ceder a los pedidos del FMI, especialmente de cara a las elecciones presidenciales. Se especula que el FMI demandaría un mayor ajuste fiscal o un salto en el tipo de cambio oficial para desembolsar los 4.000 millones de dólares correspondientes a la quinta revisión.

En cuanto a las reservas internacionales, la situación es preocupante, ya que tras el pago al FMI y los cupones de deuda en dólares, las reservas brutas han caído a 26.600 millones de dólares, el nivel más bajo desde 2015.

En el mercado cambiario, el dólar blue se sitúa en $512 para la venta y $507 para la compra. Por su parte, el dólar mayorista se consigue a $264,05, mientras que el dólar minorista se ubica en $276,89.

La brecha cambiaria entre el dólar minorista promedio y los diferentes tipos de cambio es significativa, con una brecha del 85% para el dólar blue, del 90% para el dólar CCL y del 76% para el dólar MEP.

La situación económica y la falta de avances en las negociaciones con el FMI generan preocupación entre los inversores y contribuyen a la volatilidad del mercado cambiario.