La difusión de la inteligencia artificial: el desafío clave para su impacto económico

El impacto económico de la inteligencia artificial (IA) depende en gran medida de su adopción generalizada por parte de las empresas. Aunque la tecnología de IA es asombrosa, su impacto será limitado si no se implementa ampliamente más allá de Silicon Valley. La difusión de las mejoras tecnológicas es tan crucial como la propia innovación para el crecimiento a largo plazo.

El ejemplo del tractor ilustra la importancia de la difusión. A pesar de haber sido inventado en el siglo XIX, el tractor tardó mucho tiempo en imponerse en las granjas. Del mismo modo, la adopción generalizada de la IA requerirá una reorganización a gran escala de las empresas y sus datos internos.

Algunos países ejemplifican la importancia de la difusión. Japón es un país altamente innovador, pero tiene dificultades para difundir nuevas tecnologías en su economía. En contraste, Francia tiene un historial de innovación más modesto pero es excelente en la difusión del conocimiento en toda su economía.

En las últimas décadas, la difusión de la tecnología se ha ralentizado. Aunque los consumidores adoptan rápidamente nuevas tecnologías, las empresas son más cautelosas. En 2020, solo el 1,6% de las empresas estadounidenses emplearon aprendizaje automático, y solo el 6,7% en el sector manufacturero utilizó impresión 3D. Esto ha creado una economía de dos niveles, donde las empresas que adoptan la tecnología se alejan de la competencia, mientras que las que no lo hacen se rezagan.

Se han identificado tres posibles explicaciones para la menor difusión: la naturaleza de la nueva tecnología, la lentitud de la competencia y la creciente regulación. La naturaleza incremental de muchas innovaciones recientes puede dificultar su adopción, ya que requieren habilidades y gestión más avanzadas. Además, la disminución del dinamismo empresarial, la falta de presión competitiva y la creciente regulación también pueden obstaculizar la difusión de la tecnología.

Aunque la IA tiene el potencial de extenderse rápidamente en la economía, su adopción masiva requerirá tiempo, dinero y competitividad. Las empresas deben adaptarse y reorganizarse en torno a la IA, lo que implica recopilar y utilizar datos internos de manera eficiente. Sin embargo, los costos y preocupaciones relacionados con la privacidad y seguridad de los datos pueden obstaculizar esta transición.

En resumen, el impacto económico de la IA depende de su difusión generalizada en las empresas. Aunque la tecnología es revolucionaria, las empresas deben estar preparadas para adaptarse y aprovechar plenamente su potencial. La difusión de la IA en la economía será fundamental para impulsar el crecimiento a largo plazo.

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