Mozambique, Pakistán y Zambia recibieron ayuda del FMI, pero Argentina sigue sin financiamiento

Las negociaciones entre el gobierno y el FMI por un waiver (perdón) del organismo, que destrabe un desembolso de USD 4.000 millones, para que nuestro país esté en condiciones de abonar los USD 2.600 millones que debe para finales de julio, continúan en curso.

El tratamiento del caso argentino aún no figura en los órdenes del día del Board, ni hay reuniones programadas. Mientras tanto, el FMI avanzó en las negociaciones con países como Zambia, República Dominicana y Níger.

Por los plazos de la burocracia del FMI y las próximas vacaciones de agosto, las reuniones entre el equipo técnico y el organismo deberían cerrarse esta semana. El acuerdo suele demorar alrededor de veinte días para que el Directorio trate el caso. Por eso, si Sergio Massa pretende pagar el 31 de julio el vencimiento al FMI de USD 2.600 millones, y no atrasarse en los desembolsos, el Ministerio debería cerrar las negociaciones en estas horas.

Como, pese a que el Ministerio de Economía había confirmado que una misión del grupo argentino viajaría a Estados Unidos para negociar, la visita no se concretó, por lo que el Directorio avanzó, en ese lapso avanzó con otros países. Desde el miércoles, comenzó las negociaciones con Pakistán, Zambia y Botswana. En la semana anterior, había hecho revisiones en los acuerdos con Bahréin, las Islas Marshall, y República Dominicana.

El 6 de julio, el Board dio el visto bueno para girar un desembolso de USD 60.6 millones a Mozambique; y el día anterior, aprobó un giro de USD 23.3 millones a Níger.

Todas estas economías deben adecuarse a las metas de sus programas, y, en caso de que esto no suceda, se contemplan perdones por los desvíos a causa de cuestiones climáticas o guerras. En caso de que se trate de políticas económicas que se mantienen en el tiempo, como es el caso de la Argentina, el FMI podrá pedir una corrección, y no autorizar nuevos desembolsos.

La mejor perspectiva para el gobierno y los inversores sería que el gobierno llegue a un acuerdo con el organismo, pero la capacidad del país de pagar lo que debe para el 31 de julio está siendo puesta en duda, aún en el caso de recurrir a los yuanes chinos.

La situación se encuentra en una encrucijada, ya que Massa no quiere afrontar una devaluación del dólar sin un desembolso garantizado para después del 31, mientras que los expertos del Fondo no tienen voluntad para justificar los desvíos y seguir adelante con el programa.

Deja un comentario