La falta de dólares en Argentina ha llevado a las empresas a recurrir al swap con China para realizar pagos en yuanes en el comercio exterior. Según un análisis de la consultora Ecolatina, cinco sectores se destacan por aprovechar esta posibilidad.

En primer lugar, el sector de la electrónica, que importó USD 4.131 millones de China en 2022, representando el 24% de las importaciones totales del país. Le sigue el sector químico, con compras por USD 2.137 millones, y la industria automotriz con USD 2.554 millones, especialmente en el rubro autopartista. El sector de agroquímicos y el de equipamiento eléctrico y generación también han utilizado el swap para realizar pagos en yuanes.

Las empresas destacan que la mayoría de sus proveedores chinos no tienen inconvenientes en facturar y cobrar en yuanes, lo que ha agilizado la operatoria. Además, el uso del swap ha permitido ajustar los plazos de pago, brindando flexibilidad en un contexto de escasez de dólares. Sin embargo, aún existen limitaciones en cuanto a los productos que pueden importarse en yuanes, ya que algunos continúan requiriendo pagos en dólares debido a su origen. El uso del swap con China ha sido una solución para el sector privado argentino, que depende en gran medida de las importaciones para su producción y se ha visto afectado por la falta de divisas.

La utilización del swap con China ha ayudado a enfrentar la situación crítica de escasez de dólares en el país y ha fortalecido la relación comercial entre Argentina y China. Aunque el swap ha brindado cierto alivio, la escasez de dólares y la necesidad de mejorar las reservas siguen siendo desafíos clave para la economía argentina.