«Dólar maíz» y su efecto colateral en la economía argentina: Alimentos en la mira

El precio de la tonelada de maíz ha aumentado un 25% desde la implementación del «dólar maíz», una medida del Gobierno argentino que busca recaudar alrededor de USD 1.500 millones hasta el 31 de agosto.

Si se incluyen otros productos del dólar agro de $340, los ingresos podrían llegar a los USD 2.000 millones. Sin embargo, esta medida tiene efectos negativos, especialmente en el aumento de los costos de los alimentos de la canasta básica, lo que podría resultar en una subida de precios.

Los sectores de carne bovina, porcina y aviar, así como los lácteos, expresaron su preocupación debido a que utilizan el maíz como parte fundamental de la dieta balanceada de los animales. El Gobierno ha mencionado la posibilidad de trabajar en compensaciones para algunos sectores, pero aún no hay decisiones concretas al respecto. Se espera que, en la medida de lo posible, los aumentos de costos sean trasladados a los precios finales.

El sector avícola prevé un aumento del costo entre 9% y 11% debido a la subida del maíz y anticipa un posible traslado a los precios. El sector porcino calcula un incremento de $80 por kilo en los costos del alimento balanceado y se estima un aumento promedio del 15% en los precios finales. Los feedloteros se enfrentan a un aumento de costos del 20% y 25%, pero debido a la dinámica de oferta y demanda, no tienen margen para trasladar estos incrementos al precio de la carne en el corto plazo.

Por otro lado, el sector lácteo también se ve afectado, ya que el 40% del costo de producir un litro de leche es la alimentación y el precio del maíz ha subido alrededor de $60.000 la tonelada. Aunque se espera que parte del aumento de costos no se traslade directamente al precio final debido a la limitación del poder adquisitivo, el riesgo de una menor producción de leche a futuro es una preocupación.

En resumen, el «dólar maíz» ha generado un impacto en los precios del maíz y, a su vez, ha presionado los costos de producción en varios sectores, lo que podría resultar en un traslado a los precios de alimentos básicos en Argentina. Las autoridades continúan trabajando en posibles compensaciones para mitigar este efecto colateral y mantener la estabilidad en el mercado interno. Sin embargo, la incertidumbre persiste mientras se dilata el anuncio formal sobre el acuerdo entre Argentina y el FMI, lo que agrega complejidad a la situación financiera del país.

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