El Gobierno argentino se enfrenta a la urgente necesidad de cumplir con el pago de deudas que vencen en los próximos días. Hasta el momento, no se ha llegado a un acuerdo formal con el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que complica la situación financiera del país.

El próximo lunes vence un pago de US$2700 millones y, para el 1° de agosto, se deben cancelar casi US$800 millones, sumando un total de más de US$34000 millones en deudas.

Una opción que se está considerando para afrontar el pago de julio es volver a utilizar yuanes, la moneda china, que se usó parcialmente en el primer tramo del swap con China, que ascendía a US$5000 millones. Sin embargo, no está claro si el segundo tramo de ese swap está disponible inmediatamente o si se requerirá una autorización adicional del gobierno chino.

Otra alternativa sería posponer los vencimientos de julio y alinearlos con los desembolsos que se esperan para la tercera semana de agosto. Sin embargo, algunos expertos consideran que el Directorio del FMI podría cambiar la fecha de vencimientos de un programa en curso, pero no del programa cerrado anteriormente, como es el caso de Argentina.

Además, se busca obtener un desembolso extra del FMI o de otros posibles prestamistas para cancelar los vencimientos de julio antes de llegar a un acuerdo definitivo con el organismo. Se mencionó la posibilidad de acercarse a Brasil o Estados Unidos, pero las perspectivas de obtener apoyo financiero adicional de estas fuentes no parecen ser muy alentadoras.

En cuanto a las negociaciones con el FMI, se ha informado que ya existe un documento base y que se está avanzando con los despachos técnicos del ente multilateral para lograr el acuerdo a nivel del staff, que posteriormente deberá ser aprobado por el directorio del FMI. Se espera que una vez alcanzado este acuerdo, los desembolsos se realicen en dos tramos, uno en la tercera semana de agosto y otro más pequeño en la primera semana de noviembre.

En resumen, el Gobierno argentino se encuentra en una situación complicada con deudas pendientes de pago y necesita tomar decisiones rápidas y estratégicas para hacer frente a estos compromisos mientras continúa negociando con el FMI para alcanzar un acuerdo que estabilice la situación financiera del país.