Los sorpresivos resultados de las PASO (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) tuvieron un impacto significativo en la política argentina y en los mercados. Después de que Javier Milei se convirtiera en el candidato presidencial más votado en las primarias como líder libertario, se observaron reacciones negativas en los mercados financieros. Los bonos de deuda experimentaron caídas del 10%, las acciones argentinas cayeron hasta un 17% en Wall Street y el dólar blue, un mercado paralelo de divisas, aumentó considerablemente, acercándose a los $700 pesos.

El oficialismo reconoce que esta reacción del mercado se debe tanto a la victoria de Milei como al hecho de que Sergio Massa, líder del oficialismo, no logró convertirse en el candidato más votado individualmente para la presidencia. Argumentan que fue una combinación de ambos factores lo que generó la respuesta negativa de los mercados.

El Gobierno argentino se encuentra en una situación compleja de cara a las elecciones de octubre y es consciente de que debe polarizar fuertemente con Javier Milei si desea llegar a una segunda vuelta electoral. Esto es parte de la estrategia para contrarrestar el avance de Milei y consolidar el apoyo necesario para el balotaje.

El Gobierno también tomó medidas económicas en respuesta a esta situación. El peso argentino fue devaluado en un 22% frente al tipo de cambio oficial, siguiendo las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). Esta decisión se espera que tenga un impacto en los precios, y se anticipa que la inflación será de dos dígitos al menos hasta fines de octubre, lo que complica la campaña de Massa en los próximos 70 días.

Los resultados de las PASO mostraron a Massa detrás de Milei, y el oficialismo en su conjunto obtuvo un modesto 27,27% de los votos, quedando en tercer lugar detrás de la coalición opositora Juntos por el Cambio. El Gobierno reconoce que la inestabilidad cambiaria persistirá durante todo el proceso hasta las elecciones generales.

Massa enfrenta un desafío tanto electoral como económico. Debe lidiar con la alta inflación que se espera tras la devaluación, lo que complica su posición en la campaña. El oficialismo está comenzando a planificar su estrategia para el futuro y se espera que la polarización con Milei sea una parte central de ella.

En este contexto, Massa deberá atraer votantes de otros sectores, como el electorado descontento con la victoria de Bullrich en la coalición Juntos por el Cambio y los seguidores de Juan Schiaretti, exgobernador de Córdoba y candidato a presidente. La estrategia del oficialismo implicará enfocarse en temas de seguridad, defensa de la propiedad privada y gestión para ganar votantes y asegurar un lugar en la segunda vuelta electoral en noviembre.