Tras el anuncio de una inflación de julio del 6,3% por parte del INDEC, que ya se considera desactualizada debido a la rápida remarcación de precios por encima del 20% luego de la devaluación post-PASO, los pronósticos del Banco Central quedaron obsoletos. Los economistas habían previsto una inflación anual del 140,9%, pero ahora los bancos y consultoras hablan de cifras entre 180% y 190%, considerando la devaluación y la incertidumbre política.

Se espera que la inflación alcance cifras de dos dígitos en los próximos meses debido a la aceleración económica y política. El banco J.P. Morgan pronostica una inflación mensual de alrededor del 12,5% entre agosto y septiembre, y proyecta una inflación anual del 190% si se mantienen ciertas condiciones.

La consultora EcoGo también revisó sus estimaciones y anticipa una inflación interanual por encima del 170% hasta noviembre, con posibles escenarios de 190% o incluso 200% si se superan ciertos umbrales de inflación mensual. La incertidumbre política y la estrategia del próximo gobierno en relación con la devaluación y el control de precios serán factores clave en la evolución de la inflación.

Mientras tanto, la consultora Ledesma ya había previsto una inflación anual del 180% y tasas de dos dígitos en el período posterior a las PASO. Los expertos señalan que el gobierno intentará mantener el tipo de cambio oficial hasta las elecciones generales, pero la rápida traslación de la devaluación a los precios y la falta de control sobre las brechas cambiarias podrían complicar su estrategia y la economía en general.