El sector proveedor de garrafas en Argentina está solicitando un aumento de hasta el 100% en el precio de este producto debido a la devaluación del peso y una deuda de $2000 millones.
La Cámara de Empresas Argentinas de Gas Licuado (Cegla) busca elevar el precio de la garrafa de $2500 a un mínimo de $4000. Para equilibrar costos, el precio a los distribuidores debería aumentar a $1347, y para permitir inversiones, a $2140. Sumando los márgenes del distribuidor y el comercio, esto podría resultar en un aumento del precio final de la garrafa de entre un 60% y un 100%. Además de esta solicitud de ajuste de precios, Cegla también reclama una deuda de asistencia económica por el período de octubre a diciembre de 2022, que asciende a $2000 millones, distribuidos entre los fraccionadores y otros actores de la cadena del Gas Licuado de Petróleo (GLP) envasado. Esta situación se debe a la dependencia de la industria de componentes importados y las inversiones necesarias en camiones, plantas y equipamiento, que se vieron afectadas por la devaluación. El presidente de la cámara, Pedro Cascales, enfatiza que las pymes fraccionadoras están operando con pérdidas significativas y ya no cuentan con la asistencia compensatoria que tenían antes. La garrafa es esencial para el 40% de la población argentina, utilizada tanto para cocinar como para calefaccionarse, y el aumento de precios podría impactar significativamente en los hogares que dependen de este combustible.


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