La Cámara de Diputados aprobó la reforma de la ley de alquileres con 128 votos a favor y 114 en contra. Esta reforma establece que los contratos de alquiler entre propietarios e inquilinos tendrán una vigencia de tres años y una actualización semestral, en lugar de la actualización anual que se aplicaba antes.

La iniciativa fue respaldada por los miembros del Frente de Todos, algunos legisladores del Interbloque Federal, uno de Juntos por Río Negro y cuatro representantes de la izquierda. Por otro lado, Juntos por el Cambio, los libertarios y algunos legisladores provinciales se opusieron a la reforma.

La ley establece contratos de alquiler de vivienda mínimos de tres años, que se firmarán en moneda nacional y podrán ajustarse con una periodicidad no inferior a seis meses, utilizando el Coeficiente Casa Propia publicado por el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat como referencia para las actualizaciones.

Uno de los aspectos controvertidos de la reforma es la posibilidad de deducir del Impuesto a las Ganancias el diez por ciento del monto anual del contrato de alquiler. Sin embargo, algunos legisladores expresaron preocupación por la potencial pérdida de poder adquisitivo si la inflación supera esta deducción.