En septiembre, la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires publicó datos sobre las necesidades económicas de las familias en la región. Según estos datos, una familia tipo en la Ciudad de Buenos Aires necesitó $322,275 para no ser considerada pobre y $185,004 para no ser considerada indigente.

Para definir estos niveles, se utilizan dos canastas: la Canasta Básica Alimentaria (CBA) se utiliza para determinar la línea de indigencia y se compone de alimentos y bebidas esenciales para satisfacer las necesidades nutricionales. Por otro lado, la Canasta Básica Total (CBT) se usa para medir la línea de pobreza y agrega bienes y servicios adicionales como vestimenta, transporte, educación, salud y vivienda.

En septiembre, la CBT para una familia de cuatro integrantes alcanzó los $322,275, y la CBA se situó en $185,004. Ambas cifras representaron un aumento del 14.1% y del 16.6%, respectivamente, en comparación con agosto. En términos interanuales, estas cifras aumentaron un 150.1% y un 163.4%.

Una familia tipo se describe como una compuesta por una mujer y un hombre de 35 años, ambos económicamente activos y propietarios de su vivienda, con dos hijos varones de 9 y 6 años.

Cabe destacar que según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), solo el 10% de la población gana ingresos superiores a los $280,000.

La DGESYC también estratifica los hogares de la Ciudad según su capacidad de acceso al consumo. Para ser considerada clase media en septiembre, una familia necesitó ingresos superiores a los $491,000.

En resumen, estos datos revelan la difícil situación económica en la Ciudad de Buenos Aires, con un aumento significativo en las necesidades económicas de las familias y una alta inflación. Las medidas de indigencia y pobreza se han vuelto cada vez más relevantes a medida que la crisis económica continúa en Argentina.