Tras los feriados del viernes y lunes, comienza una semana corta con alta tensión en el mercado cambiario. Los operadores e inversores buscarán refugio en el dólar en anticipación a los resultados electorales, mientras el Gobierno se esfuerza por evitar un aumento drástico en las cotizaciones.

La semana pasada el dólar informal superó los $1,000, generando preocupación en el comando de campaña del ministro de Economía, Sergio Massa. Este se prepara para mantener los mercados abastecidos y evitar una disparada similar en la recta final de la campaña. El gobierno ha implementado medidas como el aumento de las tasas al 11% mensual y allanamientos a operadores informales para contener la situación.

El aumento de la inflación, el uso de las reservas del Banco Central para intervenir en el mercado cambiario y la falta de incentivos para la cooperación por parte de los candidatos presidenciales han aumentado la demanda de cobertura. La pérdida de reservas del Banco Central ha superado los USD 500 millones en cuatro días, lo que ha llevado al gobierno a implementar restricciones adicionales en el mercado financiero.

La búsqueda de cobertura en activos seguros y el desarme de plazos fijos se espera que continúe en el corto plazo, mientras la incertidumbre política y económica alcanza su punto máximo en la previa electoral.