En medio del proceso de definición del balotaje presidencial entre Sergio Massa y Javier Milei, la Unión Cívica Radical (UCR) se encuentra sumida en una encrucijada política marcada por tensiones internas y señales de preferencias hacia el candidato oficialista. Aunque la UCR ha proclamado su postura oficial de neutralidad, la reciente conducta del presidente del partido, Gerardo Morales, ha generado controversias dentro del partido.

La semana pasada, luego de que la titular del PRO, Patricia Bullrich, respaldara la candidatura de Milei, la UCR se reunió para establecer una postura unificada de neutralidad, reafirmando que ninguno de los dos candidatos garantiza un futuro próspero para el país. No obstante, las señales emitidas por Morales en favor de Massa han desatado un malestar en un sector que desconfía de la influencia del peronismo.

Morales y el senador Martín Lousteau, representantes prominentes de la UCR, reafirmaron la neutralidad del partido, pero dejaron en claro que su principal preocupación radica en el candidato libertario, quien no parece esforzarse por ganar el respaldo del radicalismo. La postura de la UCR contrasta con la de algunos gobernadores provinciales de Juntos por el Cambio, que también han proclamado su neutralidad, pero se mantienen más alineados con la posición de Morales.

Más allá de las diferencias internas, la UCR se prepara para la renovación de sus autoridades en diciembre. Se especula que Morales no buscará la reelección y que Lousteau podría ser su sucesor, aunque ambos han negado cualquier posibilidad de formar parte de un gobierno de Massa. En esta coyuntura política incierta, los dirigentes del partido anticipan que el resultado del balotaje determinará el rumbo que la UCR tomará en el futuro próximo, influyendo en la definición de sus liderazgos y estrategias políticas.