El presidente electo, Javier Milei, se encuentra en Estados Unidos para una gira personal y oficial, acompañado por una comitiva que incluye a Luis Caputo, Karina Milei y Nicolás Posse. Parte de su itinerario incluye una visita a la tumba del rabino Menachem Mendel Schneerson, conocido como el «rebe de Lubavitch». La comitiva estará custodiada por el Servicio Secreto estadounidense. La visita a esta tumba, considerada milagrosa por muchos, tiene motivaciones personales relacionadas con el acercamiento de Milei al judaísmo.

La tumba está ubicada en el cementerio de Montefiore, y es un lugar de gran importancia en la religión judía, donde personas de todo el mundo acuden en busca de inspiración y orientación. El lugar, conocido como «El Ohel», está construido sobre el lugar de descanso del rabino y es un espacio de veneración, donde los visitantes escriben cartas antes de ingresar, una tradición que se remonta a un pedido del propio Schneerson.
Las personas que visitan la tumba leen los salmos, leen la carta que escribieron y la rompen para dejarla en el lugar donde está enterrado el rabino. Se realizan peticiones relacionadas con el matrimonio, la salud, dificultades personales o éxito en los negocios. Los domingos y fechas especiales, miles de personas hacen fila para ingresar y permanecer unos minutos en el lugar.
Menachem Mendel Schneerson, nacido en Ucrania en 1902, fue el séptimo líder de la dinastía de Jabad Lubavitch y transformó un grupo jasídico casi desaparecido tras el Holocausto en uno de los movimientos más influyentes del judaísmo. Reconocido por su enfoque de la Torá y su promoción de la educación judía, es considerado una de las figuras más influyentes del siglo XX en la comunidad judía.


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