En la quinta licitación posterior al balotaje en Argentina, los bancos renovaron solo el 1,8% de las inversiones en Letras de Liquidez (Leliq), un mínimo histórico. Esto deja disponibles $1,5 billones y sigue el proceso de desarme de inversiones que se inició tras los resultados electorales. La incertidumbre ante el cambio de gobierno ha llevado a esta decisión, así como la necesidad de liquidez para afrontar la demanda estacional de pesos en diciembre por vacaciones, aguinaldos y anticipos salariales.

El Banco Central llamó a ofrecer $300.000 millones en Leliq a una tasa del 133%, pero solo se recibió oferta por $28.648 millones, representando el 1,8% del total. Los bancos han retirado cerca de $7,94 billones de los $9,7 billones invertidos en Leliq, desarmado alrededor del 82% de su posición.

Este proceso se ha acelerado debido a la incertidumbre política y la necesidad de liquidez. La migración de los bancos de Leliq a pases a un día y al 126% ha buscado más liquidez por la cautela ante el ‘Plan Caputo’. Sin embargo, mientras se mantengan esterilizados, no se percibe riesgo. Paralelamente, hay observaciones de retiro de pesos a plazo fijo y de dólares depositados en los bancos, lo que agrega presión sobre la oferta en un contexto inflacionario.