En un ambiente de fragmentación dentro del PRO debido a la llegada de Milei al gobierno, Mauricio Macri ha convocado a los principales líderes del partido a una cumbre este miércoles para abordar varios temas cruciales. La elección para el nuevo presidente del partido está programada para el 17 de marzo, luego de una definición en una reunión de la comisión directiva que tuvo lugar tras las PASO.

El propósito de la reunión entre Macri, Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, Cristian Ritondo, Diego Santilli y otros referentes es discutir la posición del PRO frente al gobierno de Milei, las reformas anunciadas por el nuevo ministro de Economía y la estrategia partidaria a seguir.

La división interna del PRO es evidente en tres posturas diferentes respecto al nuevo gobierno de Milei: el sector liderado por Bullrich, ahora en el Ejecutivo, adopta una posición de «co-gobierno»; otro ala vinculada a Macri se orienta hacia una «oposición aliada»; mientras que el sector ligado a Larreta, Vidal y Santilli propone colaborar con la gobernabilidad, apoyando reformas pero sin co-gobernar.

La elección del próximo presidente del partido no es una discusión inmediata, aunque algunos referentes presionan para que Macri asuma ese cargo. Mientras tanto, se barajan otros nombres como Martín Yeza y María Eugenia Vidal, esta última podría representar una opción de «unidad» que evite conflictos internos.

El bloque del PRO en la Cámara de Diputados también se reunirá para analizar con economistas las recientes medidas económicas anunciadas por Caputo. Si bien se aprecia la dirección de los anuncios, hay inquietud por la falta de detalles, especialmente en lo referente a los jubilados y la incertidumbre generada por el feriado cambiario.

En medio de estos debates internos y con la incertidumbre sobre las reformas que Milei presentará en el Congreso, los líderes del PRO deben definir su posición y estrategia ante este nuevo panorama político. Las opiniones dentro del partido varían desde acompañar reformas pero debatirlas, hasta mantener la esencia del PRO sin perder su identidad frente a un gobierno en el que algunos encuentran dificultad para posicionarse.