El Gobierno de Milei presenta un proyecto de Ley Ómnibus que propone un Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) en siete sectores clave de la economía. El objetivo es brindar seguridad jurídica y atraer inversiones tanto nacionales como extranjeras. Los sectores incluidos son agroindustria, infraestructura, forestal, minería, gas y petróleo, energía y tecnología, con la posibilidad de ampliarlos. Para adherirse al RIGI, las inversiones deben cumplir con ciertos requisitos y presentar un plan detallado.
Los beneficios para las inversiones en este régimen son significativos e incluyen exenciones impositivas en importaciones de bienes, repuestos e insumos, así como también la eliminación de derechos de exportación después de los primeros tres años. Además, se permite el manejo de divisas extranjeras sin obligación de ingresarlas al mercado oficial, exenciones en impuestos como el de Ganancias y la posibilidad de pagar IVA mediante créditos fiscales.
Se asegura la estabilidad tributaria, aduanera y cambiaria por 30 años para los proyectos adheridos al RIGI, y en caso de disputas con el Estado, se permite el recurso a tribunales de arbitraje internacional sin pasar por la justicia local. Esta propuesta busca generar un marco atractivo para fomentar inversiones y generar desarrollo en diversos sectores económicos.
. Los beneficios más importantes son los siguientes:
- No pagarán derechos por la importación de bienes de capital, repuestos, partes, componentes e insumos).
- Después de los primeros tres años, no abonarán derechos de exportación (retenciones).
- A partir del tercer año del proyecto, no tendrán obligación de ingresar los dólares que resulten de la exportación al mercado de cambios oficial. A la vez, en el primer año podrán disponer libremente del 20% y en el segundo, de un 40%. Tampoco deberán ingresar las divisas por aportes de capital u otras cuestiones.
- Obtendrán diferentes descuentos en el impuesto a las Ganancias. Además, lo pagado y percibido por el impuesto al cheque se podrá computar como “a cuenta” de Ganancias.
- Podrán pagar IVA mediante créditos fiscales.
- En los balances, estarán habilitados a deducir de las ganancias o adicionar a las pérdidas, las diferencias ocasionadas por una eventual devaluación.
- Podrán importar y exportar libremente para el proyecto adherido al RIGI, sin que se les puedan aplicar restricciones o cupos. Tampoco se les podrán aplicar precios oficiales.
- El Estado les garantiza la disponibilidad de todo aquello que produzca el proyecto, sin obligación de ofertar nada en el mercado local. Es decir, podrían exportar el total de lo que genere.
- Podrán pagar utilidades, dividendos e intereses con dólares al precio oficial sin restricciones ni necesidad de conformidad previa.
- El Estado asegura la estabilidad tributaria, aduanera y cambiaria para los proyectos adheridos al RIGI durante 30 años. Esto significa que los proyectos no estarán alcanzados, por ejemplo, por la creación de nuevos impuestos durante ese lapso ni por la imposición de restricciones cambiarias.
- Ante una controversia entre el inversor y el Estado que no se pueda resolver de forma “amistosa” durante 60 días, la empresa podrá recurrir directamente a tribunales de arbitraje internacional -entre ellos, el CIADI– sin pasar por la justicia local.


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