Las Letras de Liquidez (Leliq), un instrumento de regulación de la masa monetaria en Argentina, han dejado de existir después de que la última emisión venciera el 11 de enero. Estas letras, creadas en 2018, fueron objeto de críticas durante la campaña presidencial y centraron la atención del actual presidente, Javier Milei. La eliminación de las Leliq se produce un mes después de la asunción de Milei al cargo. Aunque las Leliq ya no están en circulación, los pasivos remunerados del Banco Central aún presentan un desafío para la normalización del sistema cambiario.

En la última emisión de las Leliq en diciembre de 2023, se colocaron 1,03 billones de pesos, y tras 28 días, todas las Leliq que quedaban vencieron. Este cambio implica que los pesos que estaban en Leliq ahora están en Pases Pasivos, un instrumento similar que vence en un día en lugar de 28. Aunque las Leliq han desaparecido nominalmente, los pasivos remunerados del Banco Central suman alrededor de 27 billones de pesos, colocados íntegramente en Pases Pasivos.

Este desarme de las Leliq no es nominal, ya que no se concreta cuando el instrumento deja de existir. Además, los pesos que cambiaron de instrumento están siendo desarmados en términos reales debido al desplome del valor por la alta inflación. Los Pases Pasivos pagan un 100% nominal anual, en comparación con el 133% que pagaban las Leliq, pero con una inflación actual que supera el 200% anual. La eliminación de las Leliq no resuelve completamente el problema, ya que los pesos colocados en Pases Pasivos pierden valor diariamente.

El riesgo presente radica en los pasivos remunerados del Banco Central, que ahora se componen principalmente de Pases Pasivos, y aún representan una traba para la normalización del esquema cambiario. Eliminar las Leliq no ha resuelto completamente el problema, y se espera que el Gobierno aborde los desafíos económicos y fiscales para lograr una verdadera estabilidad.