El gobierno se encuentra en la recta final de las negociaciones sobre la Ley Ómnibus, tras intensas jornadas de discusiones que involucraron temas cruciales como jubilaciones, retenciones y privatizaciones. Durante este proceso, la figura influyente de Santiago Caputo, amigo cercano del presidente Javier Milei, destacó en las negociaciones, a pesar de su limitado conocimiento técnico en algunos aspectos de la ley.

El presidente Milei, quien regresó del Foro de Davos, se enfrenta a una situación parlamentaria delicada, con solo 38 legisladores en el oficialismo y la necesidad de contar con el respaldo de bloques aliados para lograr el éxito parlamentario. La estrategia pública de Milei, marcada por la irreverencia, resulta difícil de comprender para algunos aliados.

Se ha sugerido la posibilidad de cambios en la Ley Ómnibus, como la eliminación de la fórmula jubilatoria y la revisión de las retenciones, especialmente en exportaciones industriales. En el ámbito de las privatizaciones, se acordó excluir a YPF de la lista de empresas estatales a vender, generando especulaciones sobre las verdaderas intenciones del gobierno en este aspecto.

A pesar de la efectividad del relato presidencial y del respaldo público, las tensiones en las negociaciones, las concesiones necesarias y el estilo de liderazgo de Milei generan incertidumbre en la política interna. Con el verano llegando a su fin, el gobierno busca obtener un éxito parlamentario antes de posibles cambios en el clima social.