La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, desestimó el paro convocado por la CGT en protesta contra el DNU y la Ley Ómnibus del Gobierno de Javier Milei, calificándolo de «muy flojo» y argumentando que solo participaron el 0.19% de los trabajadores del país. Bullrich señaló que la mayoría de los comercios permanecieron abiertos y expresó su enojo hacia la dirigencia sindical, mencionando que hubo más de 3,000 denuncias por aprietes.

La ministra cuestionó la necesidad de la cuota sindical obligatoria y abogó por hacerla opcional. Criticó la convocatoria de la CGT y destacó las denuncias de intimidación recibidas. Por su parte, Héctor Daer, secretario general de la CGT, respondió a las críticas, argumentando que el paro fue una respuesta a un DNU que desregula la economía y afecta derechos individuales y colectivos. Daer señaló que el paro sirvió para despertar la atención de los argentinos y generó discusiones sobre las decisiones del Gobierno.