El presidente argentino, Javier Milei, pidió la renuncia del ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, debido a supuestas filtraciones de información y declaraciones que generaron tensiones en el gobierno.
Ante esta situación, se prevé un rediseño del gabinete, con el ministro de Economía, Luis Caputo, ganando poder. Se especula que el Ministerio de Economía absorberá las secretarías que estaban bajo la órbita de Ferraro, incluyendo Obras Públicas, Comunicaciones, Vivienda y Transporte. Esta reconfiguración podría resultar en un fortalecimiento del poder de Caputo, quien ya controla áreas clave como Energía, Comercio e Industria.
La relación entre Ferraro y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, estaba deteriorada, y la salida del ministro podría llevar a una redefinición de la arquitectura del gabinete con ocho ministerios. Se menciona que Caputo, en una jugada estratégica anterior, logró que las secretarías de Energía y Minería estuvieran bajo Economía, lo que habría contribuido a la mala relación entre Ferraro y Posse. La posible eliminación del Ministerio de Infraestructura llevaría a que diversas secretarías pasen a formar parte del Ministerio de Economía, consolidando el poder de Caputo.
Se señala que Ferraro, al intentar revisar contratos concesionados de hidroeléctricas y otros, generó conflictos y desencadenó su despido. Aunque no se ha confirmado oficialmente la absorción completa de Infraestructura por Economía, la medida supondría un cambio significativo en la estructura gubernamental y el equilibrio de poder en el gabinete de Milei.


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