El ministro del Interior, Guillermo Francos, lidera una estrategia de diálogo individual con los gobernadores provinciales para evitar reclamos conjuntos y negociar acuerdos particulares. Esto surge en medio de la tensión entre el presidente Javier Milei y los mandatarios provinciales, donde el fracaso de la Ley Ómnibus en el Congreso y el conflicto con Ignacio «Nacho» Torres de Chubut han resaltado la necesidad de restablecer la comunicación.

Francos ha mantenido una serie de reuniones con gobernadores aliados, adoptando un enfoque «uno a uno». Tras encuentros con Leandro Zdero de Chaco y Gustavo Sáenz de Salta, ahora se espera que se reúna con Alberto Weretilneck de Río Negro, destacándose la importancia de esta reunión debido a la buena relación del gobernador patagónico con Torres.

El objetivo del gobierno es obtener apoyo a través de acuerdos particulares, buscando reflotar la Ley Ómnibus y obtener respaldo para el pacto fiscal y otras formas de recomposición de fondos.

El enfoque de Francos es entender las necesidades e intereses de cada gobernador de manera individual y no como parte de un bloque homogéneo. Esto se ve reflejado en las discusiones sobre inversiones de litio con Sáenz y en la invitación de Alfredo Cornejo de Mendoza para participar en la fiesta de la Vendimia.

Mientras Francos se centra en el diálogo con los gobernadores, se espera que no se inmiscuya en la disputa sobre el mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) en el Senado, dejando ese ámbito en manos de Victoria Villarruel. El gobierno considera que el Senado está perdido, pero busca consolidar apoyo en la Cámara de Diputados a través de presión social sobre los legisladores de Juntos por el Cambio.