El presidente Javier Milei firmará un decreto para transferir la administración de los fondos fiduciarios al Ministerio de Economía, consolidando así el control sobre estos financiamientos.

Se identificaron más de 30 fideicomisos en uso, que el gobierno considera «cajas negras de la política». Aunque inicialmente se evaluó la posibilidad de eliminarlos, resultó complicado debido a que muchos requerían una ley para su disolución. En lugar de eliminarlos, el gobierno optó por transferir la gestión al Ministerio de Economía a través de un decreto único. Esto quitará el poder de decisión a los actuales fiduciarios, que suelen ser funcionarios provinciales, y lo trasladará a Luis Caputo, aumentando así su poder en el gabinete. Milei busca eliminar este mecanismo de financiamiento desde hace meses.

Además, Caputo está absorbiendo áreas que estaban bajo la órbita del Ministerio de Infraestructura, consolidando su influencia en el gobierno. En relación con el FMI, el gobierno rechazó una oferta de ampliación de crédito, argumentando que solo tomará deuda para solucionar problemas estructurales como el del Banco Central. Aunque el gobierno busca dolarizar la economía, continúan las negociaciones con el FMI.