El presidente Javier Milei convocó a los gobernadores para discutir el «Pacto del 25 de Mayo», un acuerdo político, social y económico. Este llamado marca un cambio en la estrategia del gobierno, que ahora busca abrir el diálogo y negociar con las provincias. Los gobernadores, independientemente de su afiliación política, expresan la necesidad de claridad sobre los detalles del pacto y sus implicaciones. Algunos respaldan la iniciativa y están dispuestos a negociar, mientras que otros son más cautelosos y buscan garantías concretas sobre cómo afectará a sus jurisdicciones.

Algunos gobernadores, como Marcelo Orrego y Alfredo Cornejo, están en el extranjero pero envían representantes a las reuniones. Otros, como Alberto Weretilneck y Gustavo Melella, asistirán a la Casa Rosada el próximo viernes pero mantienen posturas críticas. Claudio Vidal, Gildo Insfrán y Gerardo Zamora también están en una posición ambigua, mientras que Axel Kicillof, Sergio Ziliotto y Ricardo Quintela rechazan firmemente el pacto.

La actitud de los gobernadores refleja la complejidad del escenario político y económico actual, donde el gobierno busca apoyo para una nueva Ley Ómnibus. La habilidad del ministro del Interior, Guillermo Francos, será crucial para mantener el diálogo y avanzar en las negociaciones. En resumen, la reunión del viernes será un momento crucial para la relación entre el gobierno central y las provincias, después de una serie de tensiones y enfrentamientos.