El presidente de la República de Colombia, Gustavo Petro, retiró el embajador del Gobierno colombiano en Argentina, Camilo Romero, y expulsó al diplomático argentino en Colombia, Gustavo Dzugala, después de que el presidente argentino, Javier Milei, calificara a Petro de «asesino terrorista» durante una entrevista con el periodista Andrés Oppenheimer. Estos comentarios desencadenaron una fuerte reacción por parte del Gobierno colombiano, que expresó su enérgico rechazo ante las declaraciones de Milei, considerándolas sin fundamento y dañinas para las relaciones bilaterales entre ambos países.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia emitió un comunicado en el que expresaba su preocupación por el impacto negativo de las palabras de Milei en la amistad histórica entre Colombia y Argentina, así como en las perspectivas de cooperación y entendimiento mutuo. Esta decisión marca un quiebre en las relaciones diplomáticas entre ambas naciones, exacerbado por los comentarios reiterados de Milei contra Petro, que han generado tensiones desde hace varios meses.
Esta no es la primera vez que Milei ataca a Petro públicamente. En enero de 2024, ya había descalificado al presidente colombiano, llamándolo un «comunista asesino que está hundiendo a Colombia». Estos incidentes han llevado a un deterioro significativo en las relaciones entre ambos países, con Colombia tomando medidas drásticas al retirar a su embajador en Argentina y expulsar al embajador argentino en Colombia.
Las declaraciones de Milei también causaron malestar en México, donde el presidente López Obrador fue mencionado de manera despectiva. Milei calificó a López Obrador de ignorante y expresó que sentirse atacado por él lo enaltece. Estas tensiones en las relaciones internacionales evidencian la sensibilidad política y la repercusión de los comentarios de los líderes en el ámbito internacional.


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