El Gobierno, representado por el vocero presidencial Manuel Adorni, criticó la marcha en defensa de la universidad pública, argumentando que está «incentivada por la política».

Adorni expresó que, aunque reconoce el reclamo genuino de los estudiantes, cuestiona que la convocatoria provenga desde un escritorio y no de una demanda natural. Además, destacó que el Ejecutivo acordó aumentar las partidas de gasto de funcionamiento para las universidades en un 70% en marzo y otro 70% en mayo, así como una partida extraordinaria para hospitales por 14.300 millones de pesos.

Sin embargo, subrayó que no se realizará una asignación arbitraria de recursos que implique una carga para los contribuyentes. Adorni también cuestionó por qué las autoridades universitarias no plantearon sus quejas durante la gestión anterior, que dejó una alta inflación. La Universidad de Buenos Aires se declaró en emergencia presupuestaria y se sumó a la marcha universitaria del 23 de abril contra el recorte de fondos.

El Gobierno apunta a las autoridades universitarias por la convocatoria de la marcha, que se espera sea masiva y vaya del Congreso a la Plaza de Mayo. Adorni afirmó que el Gobierno defenderá el derecho de los alumnos a la educación, pero considera que la marcha está incentivada por la política. En febrero, la UBA expresó su preocupación por la falta de fondos debido al congelamiento dispuesto por el Gobierno y en marzo realizó una campaña en redes contra el recorte presupuestario.