En la reunión entre el gobernador Gustavo Sáenz y las autoridades de la Universidad Nacional de Salta (UNSa), se abordó de manera exhaustiva la delicada situación financiera que atraviesa la institución, que amenaza su funcionamiento a mediano plazo y la estabilidad de los salarios de los docentes. Sáenz expresó su preocupación y solidaridad con los reclamos planteados, haciendo hincapié en que para su administración, la educación y la salud pública son pilares fundamentales que no están sujetos a negociación.

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Uno de los temas centrales discutidos fue la falta de equidad y federalismo en la distribución de recursos entre las universidades, una situación que se refleja en el presupuesto asignado a la UNSa. A pesar de ser una de las universidades más grandes del país, con una matrícula de 43 mil estudiantes, la UNSa recibe un presupuesto que no se corresponde con su magnitud y relevancia académica, situándola en una posición desventajosa en comparación con otras instituciones de características similares.

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El encuentro también sirvió para destacar el compromiso inquebrantable del Gobierno de Salta con la educación pública y su disposición para colaborar y trabajar en conjunto con la universidad en esta coyuntura crítica. El diputado nacional Pablo Outes respaldó las preocupaciones manifestadas por el gobernador, subrayando la importancia estratégica de la formación universitaria para el futuro desarrollo de la provincia.

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En resumen, la reunión evidenció la necesidad imperiosa de abordar los desafíos financieros que enfrenta la UNSa y la urgencia de establecer un sistema más equitativo y federalista en la distribución de recursos educativos, con el objetivo de garantizar el acceso a una educación superior de calidad para todos los estudiantes de Salta.