El kirchnerismo y la Confederación General del Trabajo (CGT) están coordinando esfuerzos para oponerse a la Ley Bases propuesta por el presidente Javier Milei. Con 33 senadores en su bloque, Unión por la Patria necesita solo 4 votos adicionales para bloquear la aprobación del proyecto en el Senado. Este rechazo representaría un duro revés para Milei y limitaría significativamente su capacidad de gobierno.

La estrategia kirchnerista incluye, además del rechazo directo, la posibilidad de formular tantas modificaciones al proyecto que obliguen al Senado a devolverlo a la Cámara de Diputados, retrasando así su aprobación y debilitando la posición de Milei. Este escenario busca minar su imagen y logros políticos, especialmente ante la inminente fecha del «Pacto de Mayo», previsto como un hito importante en su gestión.

La CGT, aunque previamente había negociado con el Gobierno algunos aspectos de la Ley Bases que afectaban a los gremios, ahora se encuentra respaldando activamente la oposición al proyecto, lo que se refleja en la organización de un paro general fuerte en apoyo al rechazo de la legislación propuesta por Milei.

La reaparición pública de Cristina Kirchner refuerza esta oposición al paquete fiscal presentado por el presidente. Además de criticar la propuesta de Milei, cuestiona aspectos sensibles del régimen para grandes inversiones (RIGI), sosteniendo que podría perjudicar los ingresos futuros del país por derechos de exportación. Estas declaraciones refuerzan la postura del kirchnerismo y alimentan la polarización política.

En este contexto, tanto Milei como Cristina Kirchner buscan mantener y fortalecer sus respectivos electorados, polarizando el escenario político y dejando pocas alternativas viables para otros sectores políticos. La oposición coordinada entre el kirchnerismo y la CGT refleja un esfuerzo conjunto por desafiar y limitar la agenda política del presidente Milei.