Eduardo Belliboni, líder del Polo Obrero, emitió una respuesta contundente frente a las denuncias de extorsión y los allanamientos a dirigentes piqueteros. Aunque admitió la posibilidad de casos aislados de personas que pudieran estar involucradas en amenazas a beneficiarios de planes sociales, enfatizó en que estas situaciones no representan la práctica generalizada de su organización.

En cuanto a los allanamientos realizados en el marco de la causa, Belliboni los calificó como ilegales y anunció que serán impugnados, argumentando que fueron realizados durante la noche y sin el debido proceso. También cuestionó el número de denuncias, indicando que hubo aproximadamente 10 mil llamadas a la línea 134, pero solo 12 personas ratificaron formalmente las acusaciones ante la Justicia.

El líder del Polo Obrero negó la existencia de una estructura piramidal de extorsión dentro de su organización y anticipó acciones legales para esclarecer la situación y defender la integridad de su grupo.

Respecto a su propia situación, Belliboni afirmó que no tiene ninguna denuncia en su contra y se declaró como una persona honesta, defendiendo su honorabilidad ante las acusaciones vertidas.

Por otro lado, se mencionan presuntas pruebas de extorsión, como chats que indican que aquellos que no participan en marchas no pueden retirar mercadería en algunos comedores administrados por el Polo Obrero. Esta evidencia está siendo investigada en el marco del proceso judicial.

“Como no marcharon, no retiran mercadería”: las presuntas pruebas que tiene la Justicia contra dirigentes sociales