El Gobierno argentino está avanzando en la negociación con China para reactivar las obras en las represas de Santa Cruz, paralizadas desde diciembre por la falta de desembolsos de al menos 500 millones de dólares por parte de los bancos chinos que financian el proyecto. El jefe de Gabinete, Nicolás Posse, informó al Congreso que la gestión de Javier Milei aceleró la revisión del contrato para destrabar estos fondos. La estatal Enarsa busca acordar condiciones con el consorcio constructor y reanudar los trabajos después del invierno.

A finales de abril, la canciller Diana Mondino y funcionarios del equipo económico viajaron a China, donde se reunieron con el socio asiático en la UTE constructora de las represas. Aseguraron que la gestión de Milei respetará los contratos. La Secretaría de Energía confirmó que el Gobierno pretende finalizar la ejecución de las represas del río Santa Cruz, y que Enarsa está resolviendo reclamos pendientes con la UTE contratista.

Hasta ahora, se han desembolsado 1.850 millones de dólares de un crédito total de 4.714 millones más IVA. En diciembre, la obra quedó paralizada cuando se demoró un giro de 500 millones de dólares. La mayoría de los trabajadores estuvieron licenciados, y en marzo comenzaron los despidos de 2.200 operarios, lo que generó protestas y reclamos del gobernador Claudio Vidal.

El informe presentado en el Congreso remarcó que los problemas no se deben a la falta de financiamiento, sino a la necesidad de acuerdos con la UTE contratista para regularizar la situación de los trabajadores y reanudar las obras. Actualmente, 312 personas están asignadas a tareas de mantenimiento a la espera de la llegada de los fondos necesarios para reactivar los trabajos.