Javier Milei, presidente de Argentina, regresó al país tras un conflictivo viaje a España, donde tuvo un cruce mediático con el presidente español, Pedro Sánchez. A su regreso, Milei exacerbó las tensiones con un mensaje en sus redes sociales: «¡Hola a todos! Volvió el león, surfeando sobre una ola de lágrimas socialistas… Viva la libertad carajo».

Este comentario se suma a las declaraciones de sus funcionarios, como el vocero presidencial, Manuel Adorni, y el ministro del Interior, Guillermo Francos, quienes han defendido la postura de Milei. Adorni afirmó que el presidente argentino no se disculpará porque no mencionó directamente a Begoña Gómez, la esposa de Sánchez, y sugirió que la reacción española fue una interpretación personal.

Francos, por su parte, señaló que Milei se refirió a un tema de dominio público relacionado con Sánchez y que no debería haber una escalada de tensión por sus declaraciones. Además, describió a Sánchez como «cerrado y dogmático» y afirmó que la relación entre ambos es más una cuestión personal que una disputa diplomática.

Pese a las controversias, Francos aseguró que las relaciones entre Argentina y España no están en riesgo, subrayando que la simpatía personal de Milei hacia Sánchez no afecta los vínculos bilaterales.