Javier Milei considera implementar dos reformas cruciales por decreto si la Ley Bases no se aprueba en el Senado.

Una de estas reformas sería el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), que ofrece beneficios tributarios y cambiarios a empresas dispuestas a invertir más de U$S200 millones. La otra reforma se refiere a la regulación de la explotación de hidrocarburos, buscando eliminar la intervención del Gobierno en los precios de comercialización y permitiendo la libre exportación para los concesionarios, entre otros puntos.

Aunque estas medidas podrían enfrentar desafíos judiciales, el Gobierno las considera necesarias para fomentar la inversión. Sin embargo, persisten las dificultades para obtener el dictamen de comisión en el Senado, lo que ha llevado a la postergación del tratamiento de los proyectos en el recinto. A pesar de estar dispuestos a realizar más modificaciones en la Ley Bases, el Gobierno rechaza «vaciarla de contenido» y considera la posibilidad de tomar una posición similar a la caída de la Ley Ómnibus en febrero.

La Casa Rosada ya ha cedido en algunos puntos, como el régimen especial de Ganancias para las provincias patagónicas, pero se mantiene firme en la privatización de Aerolíneas Argentinas y el Correo. En medio de estas tensiones, se plantea la opción de gobernar con las leyes existentes hasta 2025 si las nuevas reformas no se aprueban en el Senado.