El Gobierno aplicará aumentos parciales en las tarifas de luz y gas a partir de junio como parte de un esquema de transición hacia la implementación de la Canasta Básica Energética (CBE).

La medida busca evitar un impacto mayor en la inflación al quitar subsidios a los usuarios de ingresos medios y bajos, que actualmente pagan una fracción mínima del costo total de la energía. Este ajuste, que había sido postergado previamente, afecta tanto a empresas de distribución como de transporte de energía eléctrica y gas. Se plantea una revisión en el sistema de actualización mensual de tarifas, considerando opciones como utilizar las expectativas de inflación futura publicadas por el BCRA.

La falta de cambios en los subsidios para usuarios de ingresos bajos y medios había generado tensiones, ya que la recomposición de ingresos a las empresas no se tradujo en una reducción de subsidios para estos grupos. El Decreto 465/2024 autoriza aumentos en el precio de la energía para usuarios N2 y N3, con un esquema de transición entre junio y noviembre, que podría extenderse seis meses más. Sin embargo, no se precisaron los detalles sobre cómo impactará esto en las facturas de los usuarios. Se espera una reducción en el bloque de consumo subsidiado para usuarios N3, mientras que el consumo de N2 seguirá totalmente subsidiado. Se busca evitar la superposición de subsidios y se aplicarán criterios más restrictivos para la tarifa social.

El nuevo esquema de asignación de subvenciones basado en la CBE se posterga al menos hasta noviembre, mientras se avanza en un «esquema de transición». La hoja de ruta del gobierno prevé un recorte en el gasto de subsidios a las tarifas este año, pero la situación social llevó a buscar una calibración diferente en el ajuste.