En mayo, los créditos bancarios al sector privado en Argentina experimentaron el mayor crecimiento mensual en cuatro años, impulsados por una reducción de 20 puntos en la tasa del Banco Central (BCRA). Este recorte en el costo del dinero llevó a una disminución en las tasas de interés que los bancos cobran a sus clientes, lo que aumentó la demanda de préstamos. Según datos del BCRA, el saldo promedio mensual de préstamos en pesos aumentó en aproximadamente $2,2 billones, marcando un incremento del 4,5% sin estacionalidad y a precios constantes, el mayor desde abril de 2020.
El BCRA destacó que casi todas las líneas de crédito mostraron aumentos, excepto los préstamos con garantía real (hipotecarios y prendarios), que disminuyeron en un 3,4% y 1,3% respectivamente. Los préstamos personales crecieron un 12% real en el mes, con un plazo promedio alargado de 18 a 30 meses entre diciembre y mayo. La financiación con tarjetas de crédito aumentó un 4,9% real, y los adelantos en cuenta corriente subieron un 5,5% sin estacionalidad y a precios constantes. El descuento de documentos creció un 2% real.
El BCRA señaló que la tendencia a la baja de las tasas de interés activas desde diciembre de 2023 contribuyó a la recuperación del crédito. En mayo, la tasa para adelantos en cuenta corriente se redujo en casi 28 puntos porcentuales, y el costo del descuento de documentos cayó en casi 23 puntos. Para el crédito a familias, las líneas personales vieron la mayor disminución en su costo, con una caída de más de 32 puntos porcentuales, seguidas por los préstamos prendarios y los hipotecarios, con reducciones de 22 y 19,4 puntos respectivamente. Por otro lado, las tasas de las tarjetas de crédito aumentaron 8,6 puntos.
A pesar de que la reducción de tasas solo se trasladó parcialmente a los préstamos en pesos, el crédito privado repuntó en mayo. Los analistas de Equilibra plantearon que la efectividad del esquema de tasas bajas, coordinado entre el BCRA y el Tesoro, dependerá de si resulta suficientemente atractivo en términos de rentabilidad y riesgo para que los efectos de la política monetaria se trasladen a las tasas bancarias. La consultora LCG indicó que, aunque el crédito al consumo y los préstamos a empresas cayeron desde noviembre de 2023, mayo mostró una leve recuperación, sugiriendo que el crédito podría haber tocado su piso en abril.
LCG también señaló que la reducción de las tasas, más pronunciada en algunas entidades públicas, ayudó al repunte mensual del crédito en mayo. Sin embargo, el nivel de préstamos al sector privado sigue siendo bajo, representando solo un 34,3% del pico registrado en mayo de 2018. La evolución del crédito seguirá afectada por la actividad económica y, aunque se espera una mejora debido a la desaceleración de la inflación y las bajas tasas, no se prevé una gran expansión del crédito a lo largo del año.


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