El Gobierno argentino ha dado inicio a la «segunda fase» de su plan económico tras la aprobación de la Ley Bases y el paquete fiscal. Esta nueva etapa se inició con una reunión crucial entre el Banco Central y representantes bancarios para abordar la transferencia de deuda del Banco Central al Tesoro. El objetivo principal de esta reunión fue discutir la implementación de la nueva Letra de Regulación Monetaria (LRM), que permitirá migrar los pasivos remunerados del Banco Central hacia títulos bajo la órbita de la secretaría de Finanzas. Además, se comenzaron a negociar los mecanismos para desarmar los contratos de cobertura financiera (puts) que tienen los bancos, lo cual forma parte de la estrategia para cerrar la «segunda canilla de emisión» y reducir la presión inflacionaria.
Esta estrategia busca consolidar el orden macroeconómico y fortalecer la estabilidad cambiaria antes de considerar la salida del cepo cambiario. Aunque el Gobierno no ha dado una fecha precisa para la liberación de las restricciones cambiarias, se enfoca en generar certidumbre económica y evitar sobresaltos en los mercados y entre la población. En paralelo, se ha reafirmado el compromiso de mantener un tipo de cambio oficial con un ajuste mensual gradual del 2% y la continuidad del esquema de dólar blend para exportadores. Además, se prevé una reducción progresiva del Impuesto PAÍS para las importaciones, lo cual podría concretarse entre agosto y septiembre, como parte de los esfuerzos por mejorar el ambiente económico y fomentar el crecimiento sostenible.


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