El Gobierno argentino, tras la aprobación de la Ley Bases y el paquete fiscal, está enfocado en una reforma integral del sistema electoral, coordinada por Lisandro Catalán, vicejefe de Gabinete.

Esta reforma se centra en tres áreas fundamentales:

1. Eliminación de las PASO: Se plantea la posibilidad de convertirlas en «Primarias Abiertas Simultáneas» no obligatorias. Actualmente, las PASO representan un costo significativo para el Estado, especialmente cuando varios espacios políticos presentan candidatos únicos, convirtiéndose en una encuesta pagada por el pueblo. Esta medida busca reducir los gastos y optimizar la utilidad de este tipo de elecciones primarias.
2. Financiamiento de campañas políticas: Aunque ha habido avances con la legislación previa, persisten prácticas de «campaña en negro» donde los aportes no son declarados. El Gobierno propone liberar el financiamiento de las campañas con un sistema de control y auditoría estricto para prevenir delitos como el lavado de dinero o el financiamiento ilegal. Esto se alinea con la visión liberal del presidente de desregular actividades bajo un marco de transparencia y responsabilidad.
3. Sistema de boleta única: A pesar de que hay una iniciativa avanzada en el Senado, se plantea resolver objeciones al modelo actual, conocido como «modelo cordobés», que permite el voto completo por categorías. Algunos senadores objetan este enfoque por considerar que podría influir en la reflexión del votante y beneficiar a los partidos grandes. El Gobierno busca introducir ajustes para mejorar este sistema y asegurar un proceso electoral más transparente y equitativo.