El Gobierno argentino está considerando levantar el cepo cambiario y está en negociaciones con el FMI para establecer las condiciones necesarias. Aunque aún no hay una fecha específica para la implementación, las discusiones están centradas en varios indicadores clave. Entre ellos se encuentran el nivel de reservas internacionales del Banco Central y la proporción de deuda en pesos en relación con esas reservas.

El objetivo es asegurar que levantar los controles cambiarios no afecte negativamente la estabilidad económica, especialmente en términos de inflación.
Las conversaciones con el FMI están enfocadas en establecer parámetros claros que guíen la decisión de levantar el cepo, aunque no se espera un cronograma detallado hasta finales de julio. Esta falta de claridad ha generado incertidumbre en los mercados, exacerbada por los próximos vencimientos de deuda, que suman un total de USD 3.800 millones este mes. Esta situación posiciona a julio como un período crucial en términos de presión sobre las reservas y la política cambiaria del país.



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