Eduardo Belliboni, dirigente del Polo Obrero, defendió su inocencia tras ser procesado por presunto fraude al Estado, asegurando que «no hay prueba alguna» que lo complique en la causa.
Belliboni argumentó que la causa está «plagada de irregularidades» y afirmó que el Polo Obrero rindió el 97,3% de los recursos del Estado, utilizando los fondos para construcciones en todo el país, sin presentar facturas falsas. También mencionó que están apelando el procesamiento, calificándolo de «ilegal», y criticó al juez Casanello por no permitir la ampliación de la indagatoria.
Belliboni cuestionó la gestión de Alberto Fernández, sugiriendo que funcionarios del gobierno anterior deberían ser citados para explicar por qué aceptaron una rendición que el juez Casanello considera fraudulenta. Acusó a la ministra Bullrich de mentir sobre el procesamiento por lavado de dinero y criticó al oficialismo por implementar un «sistema de extorsión» contra testigos. Además, defendió las planillas de presentismo utilizadas por el Polo Obrero, afirmando que eran necesarias para asegurar que todos regresaran de las movilizaciones y gestionar listas de espera para comida.
El juez Casanello procesó a Belliboni por administración fraudulenta en perjuicio del Estado, alegando que desvió parte de los 360 millones de pesos recibidos por el Polo Obrero y la cooperativa El Resplandor Limitado a una red de empresas para justificar gastos inexistentes y ocultar el destino final del dinero. El juez también impuso un embargo de $390 millones sobre Belliboni. Además, 16 integrantes del Polo Obrero fueron acusados de extorsionar a beneficiarios de planes sociales, utilizando empresas «truchas» para justificar el uso de los fondos destinados por el Ministerio de Desarrollo Social en el programa Potenciar Trabajo.


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