La creciente fragmentación y tensiones internas en los bloques del Congreso están generando preocupación en el Gobierno de cara al tratamiento del Presupuesto 2025.
La situación se agrava por la figura disruptiva del presidente Javier Milei y la dificultad de construir mayorías parlamentarias estables, lo que obliga a negociar sesión a sesión. Los conflictos internos dentro del PRO, exacerbados por la rivalidad entre Mauricio Macri y Patricia Bullrich, han provocado que sus legisladores cambien de postura en diferentes votaciones, dificultando la alineación con el Gobierno en temas clave como la ley de Movilidad Jubilatoria y el incremento del presupuesto de la SIDE.
Además, el radicalismo enfrenta divisiones internas marcadas por diferencias entre sus líderes, lo que se refleja en las votaciones recientes y en la falta de una postura unificada.
La Libertad Avanza también atraviesa tensiones internas, con la posible expulsión de la diputada Lourdes Arrieta tras su polémica visita a represores en Ezeiza y la denuncia de violencia de género contra otro diputado del bloque.
Por otro lado, Unión por la Patria también enfrenta desafíos con la salida de diputados tucumanos y la falta de coordinación en votaciones clave, mientras que Encuentro Federal, liderado por Miguel Pichetto, parece mantener mayor cohesión interna, aunque enfrenta algunas mini crisis en votaciones específicas.
Ante este panorama, el oficialismo busca estrategias para construir mayorías que permitan avanzar en la aprobación de leyes y asegurar el apoyo al veto presidencial en temas como la Movilidad Previsional.


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