El Gobierno evalúa emitir varios decretos para asegurar el financiamiento de $100.000 millones destinados a la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), ante la posibilidad de que el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que otorga dichos fondos sea rechazado en el Senado. La Casa Rosada aún no ha definido cómo dividir el financiamiento, pero se contempla la opción de emitir cuatro decretos de $25.000 millones cada uno. Aunque la publicación de estos decretos no será secreta, el Ejecutivo explora estrategias para evitar que el Congreso rechace nuevas normativas.

Funcionarios cercanos al presidente aseguran que, aunque el 78% del presupuesto secreto asignado ya figura como devengado, este monto aún no ha sido gastado, sino que está destinado a la compra de equipamiento tecnológico. Además, descartan firmar convenios con servicios de inteligencia extranjeros como la CIA o el Mossad para evitar la intervención del Congreso.

Paralelamente, el titular de la SIDE, Sergio Neiffert, lidera una profunda reestructuración de la agencia, que ha resultado en la disponibilidad de cientos de agentes de la gestión kirchnerista. Aseguran que no todos los desplazados serán despedidos, sino que algunos podrían ser reasignados. Neiffert también solicitó expedientes judiciales sobre espías para revisar su trayectoria, y ha dado de baja varios contratos y acelerado jubilaciones. Asimismo, se revisan las designaciones de agregados de la SIDE en embajadas extranjeras, con polémicas como la designación de Agustín Sánchez Sorondo en Madrid.

El Gobierno también busca modificar el sistema de rendición de cuentas de la SIDE, exigiendo que los presupuestos se pidan por misión y que se devuelvan los fondos sobrantes de cada operativo.