Los comercios mayoristas están alarmados por el fuerte impacto que las tasas municipales tienen en el costo de productos esenciales. Según la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM), entre el 38% y el 50% del precio final de estos productos corresponde al pago de impuestos, lo que afecta tanto a los consumidores como a las pequeñas empresas. La entidad denuncia que los incrementos en las tasas se aplicaron a mitad del año fiscal, complicando la planificación financiera de las empresas, y solicitó la reversión de estas subas. Además, CADAM pidió la implementación del Régimen de Transparencia Fiscal al Consumidor para que los compradores puedan ver claramente cuánto del precio corresponde a impuestos.

Entre las tasas que los mayoristas consideran injustificables se encuentran la “contribución forestal”, que exige plantar árboles por ordenanza, y el “impuesto al calco”, que se cobra por mostrar medios de pago en vidrieras. También criticaron la aplicación de la tasa de publicidad y propaganda por exhibidores y heladeras con logos de marcas.

La Asociación de Supermercados Unidos (ASU) se unió al reclamo, expresando preocupación por el aumento de tributos provinciales, especialmente en Buenos Aires, donde municipios como Lanús, Pilar y Luján imponen tasas de Seguridad e Higiene que, en algunos casos, superan las alícuotas de Ingresos Brutos.

En un contexto de caída del consumo y ventas mayoristas, que según el INDEC descendieron un 9,77% en junio, CADAM también propuso eliminar el Impuesto al Cheque y reducir el IVA en productos esenciales, argumentando que estos tributos aumentan los costos finales. Asimismo, pidió que se elimine el aporte obligatorio de los comercios al Instituto Argentino de Capacitación Profesional y Tecnológica para el Comercio (INACAP), por considerarlo un gasto sin beneficios para empleadores o trabajadores. La entidad advirtió que los márgenes de ganancia de entre el 3% y el 5% ponen en riesgo la sostenibilidad de los comercios.