En agosto de 2024, el consumo en Argentina continuó su tendencia a la baja, registrando una caída del 1,8% en comparación con julio, lo que se traduce en una disminución acumulada del 7,8% en la comparación interanual, según el Indicador de Consumo (IC) de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC). Durante los primeros ocho meses del año, el IC refleja un retroceso acumulado del 6,4% respecto al mismo periodo del año anterior.

A pesar de que la inflación ha mostrado signos de estabilización en los últimos cuatro meses, el ingreso real de los hogares se mantiene bajo, lo que ha afectado negativamente el consumo, sin señales de recuperación a la vista. Para septiembre, se anticipa que el aumento de tarifas en el transporte público y el agua continúe perjudicando la situación.

Los sectores más afectados por la caída del consumo incluyen:

• Indumentaria y calzado: Presentó un decrecimiento del 17% interanual, contribuyendo negativamente en 1% al retroceso general. Las ventas han disminuido notablemente debido a la caída del ingreso real de los hogares.
• Transporte y vehículos: Registró una caída del 13,8% interanual, contribuyendo en 1,7% al descenso. Esto se explica por una leve contracción en la patentación de autos y un ligero aumento en el precio de la nafta.
• Recreación y cultura: Este sector vio una disminución del 21,7% interanual, con una contribución negativa de 1,6%. La baja en el ingreso real ha llevado a postergar el consumo en ocio.
• Vivienda, alquileres y servicios públicos: Este rubro se mantuvo neutro, con una variación del 0%. A pesar de la caída en el ingreso disponible, la demanda de energía eléctrica aumentó, estabilizando el consumo en esta área.

Los demás rubros experimentaron una contracción estimada del 6,1% interanual, afectando significativamente la situación del consumo, que se posiciona un 0,1% por debajo de los niveles prepandemia. El informe destaca que la inflación actual impacta más intensamente a la clase media asalariada y profesional, sumado a la reducción de ingresos por el pago del impuesto a las Ganancias, del cual muchos estaban exentos.

Se enfatiza que el sostenimiento del «crawling peg» podría permitir cierta estabilización de la inflación en 2024, aunque el aumento de tarifas podría generar nuevos aumentos de precios. El tipo de cambio y las tarifas de servicios públicos serán factores clave en la evolución del ingreso real de los hogares y, por ende, en el nivel de consumo posible.