La casa de Fernanda Miño, exfuncionaria encargada de la millonaria caja del FISU, fue allanada este martes por la noche en el barrio La Cava, San Isidro, en el marco de una investigación por el supuesto robo de una motocicleta. La intervención judicial desató la reacción del dirigente social Juan Grabois, quien se presentó en el lugar y denunció públicamente el procedimiento como «artero e ilegal». Desde sus redes sociales, Grabois cuestionó la legitimidad del operativo, calificándolo como una represalia política. Según sus declaraciones, el allanamiento carece de fundamento, insinuando que se trata de un montaje contra Miño, a quien describió como una figura a la que «nunca le pudieron encontrar nada».
Grabois puso en duda que un allanamiento por el robo de una moto se realice en horas tan avanzadas de la noche, asegurando que quienes ordenaron la acción «son nuestros enemigos que están cruzando una línea roja más». El líder del Frente Patria Grande también destacó la diferencia de trato entre los poderosos y los sectores más vulnerables, acusando al gobierno de actuar con dureza hacia los más débiles y complacencia hacia los poderosos. En este contexto, sostuvo que no permitirán que el accionar judicial quede impune, advirtiendo que llegarán «hasta las últimas consecuencias». Grabois cerró su mensaje responsabilizando al gobierno por lo que describió como «un accionar propio de la dictadura».


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