Javier Milei, presidente de Argentina, defendió en una reciente entrevista la política de ajustes implementada por su gobierno y abordó la situación del sistema universitario en el país.
Afirmó categóricamente que «la universidad va a seguir siendo pública y no arancelada», desestimando cualquier cambio en este aspecto. Milei respondió a las inquietudes sobre el impacto de sus recortes, señalando que el populismo tiene un costo y que la administración anterior había financiado el déficit a través de una alta emisión monetaria, lo que él considera un «escándalo».
El presidente expresó que ha estado en contacto con la realidad social, afirmando que camina por la calle más de lo que la gente podría imaginar. Además, destacó el aumento alarmante de la pobreza bajo el gobierno kirchnerista, que, según él, alcanzó cifras devastadoras, con un 57% en algunos trimestres y un 49% al día de hoy, una reducción de 8 puntos en comparación con el inicio de su mandato.
Respecto al financiamiento de la educación universitaria, Milei hizo hincapié en que aunque la universidad no es arancelada, sí tiene un costo que recae sobre la ciudadanía. Aclaró que los que asisten a la universidad son beneficiarios netos, mientras que aquellos que no lo hacen son «pagadores netos». También cuestionó la política de las universidades, sugiriendo que los recursos utilizados deberían ser auditados para evitar el uso político en beneficio de intereses corruptos.
En resumen, Milei reafirmó su compromiso con la educación pública, defendió sus medidas de austeridad y realizó un diagnóstico crítico sobre el legado del kirchnerismo en términos de pobreza y manejo económico.


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